jueves, 25 de febrero de 2016

MOMENTO 1 ¿Por qué ética en los seres humanos?

Estimados espectadores, tal vez el título coincide con la pregunta que muchos jamás nos hemos formulado, ¿por qué se dice que los seres humanos poseemos un dote llamado ética? ¿Acaso ha sido herencia? 
Pues bien; Todo el mundo habla de ética, pero a la hora de la verdad, nadie tiene un concepto claro acerca de la ética. Los seres humanos somos inevitablemente morales, no podemos elegir entre serlo o no serlo, somos estructuralmente éticos, no tenemos más remedio que serlo, afirma Adela.  Somos inevitablemente morales porque todos los seres humanos forjamos nuestro propio carácter, nacemos con un tipo de temperamento, pero a lo largo de la vida configuramos nuestro carácter para tomar decisiones justas o prudentes. Las decisiones traen como consecuencia (además de los hechos que conlleva) de que si son justas pre disponen al ser para tomar decisiones justas, si son prudentes le predisponen para tomar decisiones prudentes.  Quien quiere actuar bien debe ser como el arquero que se entrena día a día para acertar en el blanco (Aristóteles). De esto se trata la toma de decisiones.
En el ámbito de la ética para tomar las predisposiciones para tomar decisiones se determinan como virtudes, la palabra virtud quiere decir excelencia. Las excelencias de carácter se puede mejorar poco a poco, por ejemplo, quien es excelente en solidaridad, está predispuesto a ser solidario, lo importante es generarse virtudes y no vicios.

Las virtudes significan todo aquello que nos lleva a la felicidad, lo que todos los seres humanos buscan, sin embargo hay quienes tiran la toalla en la tarea de la felicidad. No obstante no hay razón para conformarse con cosas más pequeñas, los seres humanos desde principio forjamos un carácter, sea bueno o malo, de todas formas hay que formarlo. La salida de los seres humanos es forjar un carácter que los lleve a la felicidad y no a la desdicha. 

¿Por qué los seres humanos somos estructuralmente morales?

Se dice que los seres humanos somos estructuralmente morales, porque los seres humanos frente a nuestro entorno requerimos dar una respuesta nuestro cerebro hiperformalizado hace que la respuesta no sea automática, si no que logremos concebir el medio como nuestra realidad que nos rodea para generar posibles respuestas. He aquí una característica que nos diferencia de las reacciones de los animales en el aspecto moral. Es decir que somos libres de elegir, pero responsables de nuestras elecciones, contando con una estructura de libertad, justificación y responsabilidad, la llamada estructura moral de los seres humanos.
Dentro de las elecciones que hacemos nuestro cerebro tiene una estructura moral que no podemos evitar de ninguna manera. Aunque todos tenemos una estructura moral, cada moral es diferente, si nos posicionamos desde la perspectiva de la variedad de culturas. Los contenidos morales pueden ser diferentes, sin embargo, todos tenemos la misma estructura moral, pero con el desarrollo del ser aprendemos  una moral según el entorno que nos rodea y la sociedad en la que vivimos.  La inteligencia de los niños es suficiente como para entender que una cosa es lo que los adultos dicen y otra la que los adultos hacen, es por eso que no aprenden lo que se les dice, si no lo que ven que otros hacen.

Si en cada cultura todos los lenguajes morales con distintos cada cual tiene su lenguaje moral y se llamaría un concepto subjetivo. 

¿La moral es subjetiva?

En el terreno moral, cada uno tiene su moral, pero “que sea la última vez que oigo decir eso” es lo que diría Adele frente a ésta afirmación. Es verdad que los contenidos morales desde una perspectiva histográfico, son diferentes y en las diferentes culturas también lo son; hay culturas en las que se piensa que las mujeres son inferiores a los barones, otras en los que se piensa que hay diferencia de contenidos morales. Sin embargo no es lo mismo hablar de estructura moral que de contenidos morales, los contenidos morales pueden ser distintos. De la misma forma en que sucede con las lenguas, todos los seres humanos aprendemos una lengua, pero luego tenemos camino abierto para aprender otras.
La moral que aprendemos, responde a la moral de la sociedad en la que vivimos, y aunque a los jóvenes se les inculque un conjunto de conceptos del actuar bien como valores morales, el aprendizaje real del lenguaje moral siempre va a estar justificado en lo que viven y en lo que ven (familia, televisión, internet, etc.) dentro de la sociedad en la que viven.



Entonces, ¿si cada uno tiene su lenguaje moral dependiendo de las culturas, se denominaría como algo subjetivo a la moralidad?

Ésta afirmación no es válida, puesto que, por ejemplo, cuando una persona ve en el periódico que alguien golpea a otro, reacciona apreciando éste hecho como un acto salvaje y violento; puede ser que en la sociedad que se presenta éste acto dicha cultura admite y aprueba éste tipo de prácticas violentas. El espectador siempre va a objetar los contenidos morales de otras culturas, preguntándose ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que la mujer sea inferior al hombre? ¿Cómo es posible que matar sea normal?

Con el tiempo hemos llegado a unas declaraciones universales, como la de los derechos humanos, en la que se estipula una serie de afirmaciones a las que hemos llegado progresivamente. Así como la estructura moral del ser humano es biológica, los contenidos morales vienen de fuentes culturales dependientes del lugar en que nacemos. 

¿Cuáles son las propuestas morales que podrían extenderse universalmente?

_Los derechos humanos y las capacidades básicas
_Un sistema político democrático, verdaderamente democrático
_Una economía con la meta de ayudar a formar buenas sociedades (creando riqueza al servicio de la sociedad)
_Que las metas de la ciencia y de la técnica fuesen estar al servicio de la dignidad humana, al servicio de los hombres, el cuidado de la naturaleza y los animales.

Según Adele.  

El egoísmo biológico

Evidentemente los seres humanos no estamos a la altura de la humanidad cosmopolita en la que nos preocupamos de cada uno de los seres humanos, y cada quien recibe un trato según su dignidad. En filosofía se habla del mal radical, afirmando que los seres humanos estamos hechos de una manera demasiado torcida para actuar con rectitud. En neurología y biología se dice que los seres humanos tenemos una estructura moral, sin embargo no estamos preparados para llegar a la altura de  las declaraciones por la sencilla razón de que somos inevitable mente egoístas, por ende no nos preocupamos de los derechos y capacidades de los demás seres humanos, entonces todo lo demás es la sensación de creer que si se puede pero no hacerlo real.  La idea del egoísmo biológico tiene su origen en las teorías del gen egoísta.

¿Qué es el altruismo biológico?

Explica la manera en que algunos animales y los seres humanos invierten parte de sus recursos en el bienestar de otros seres. Con la teoría del evolucionismo se entiende que el altruismo biológico seleccionaba las características que fomentaban la reproducción. Lo que significa debilitarse o extinguirse para dar origen a nuevas vidas. Existe también una teoría de altruismo genético, la cual proclama que también se es altruista cuando se trata de personas de la familia, por ejemplo, la manera en que sus padres protegen, cuidan y sustentan a sus hijos, invirtiendo sus propios recursos (económicos, tiempo, afecto, etc.) para garantizar su bienestar. 

¿Qué es el nepotismo?

Se trata de dar todas las ventajas a sus familiares, y si biológicamente no fuéramos altruistas genéticos, no habría más remedio que ser nepotistas
“Actúan con los demás en la medida en la que compartan tus genes” al regla de oro de Hamilton y el nepotismo. No obstante hay quienes dicen que el altruismo en algunos seres va más allá de sus parientes. Esta afirmación se justifica en la reflexión de que los seres humanos estamos dispuestos a dar siempre y cuando exista la seguridad de saber que recibiremos. A ésta posición se le denomina como reciprocidad indirecta. Un hecho similar al que se da en la naturaleza con los animales que practican el mutualismo, a diferencia de que el ser humano planea el tiempo (cuando) y cuál será el “pago” que recibirá. Según los expertos, las emociones se situaron en el cerebro antes que la razón, y es por tanto que lo emotivo es lo que nos sacude y nos causa mayores reacciones por lo cercano
“es la ayuda mutua lo que hace que prosperen las especies” los seres humanos somos reciprocadores y cooperadores, con la capacidad de ayudarnos unos a otros. Afirman los expertos que el cerebro humano se desarrolló en la época de los grupos de caza, se presume que los que pertenecían al grupo se ayudaban unos a otros de manera cooperativa, sin embargo, un hombre perteneciente a otro grupo era visto como un enemigo, y generalmente estaban a la defensiva en presencia de extranjeros.
“Hay demonios inteligentes, pero también hay demonios estúpidos; los demonios estúpidos buscan arrasarlo todo, maximizar, los demonios inteligentes buscan la cooperación y la vida mutua” Adele.

La ética existe en las personas que además de ser inteligentes y saber cooperar necesitan tener sensibilidad moral, sentido de la justicia y la gratuidad, que refleja el momento de sabiduría moral. 

El mundo de los excluidos

En un mundo donde se acostumbra a la reciprocidad y que aspira aplicar más a la cooperatividad siempre hay elementos de por medio, en el dar y recibir, en el ayudar para lograr un propósito; pero, ¿Qué pasa con aquellos que no tienen que dar? Bien, pues son estos quienes se denominan como excluidos, y hay varios tipos de exclusión, racismo y xenofobia, por ejemplo. 

Conceptos de capacidades/necesidades humanas en un plano comparativo

Se plantea una comparación de la obra de Martha Nussbaum, la derivación e identificación de las “capacidades funcionales humanas centrales” con el enfoque desarrollado por Len Doyal e Ian Gough en su teoría de las necesidades humanas. Ambas posiciones articulan una versión del bien que aspira a ser universal, pero que también se caracteriza por ser dinámica y abierta; ambas teorías reconocen el papel de las capacidades emocionales en los aspectos de desarrollo humano. Sin embargo, cabe preguntarse ¿Qué tan convincentes son las dos obras en especificar y justificar el concepto de la prosperidad del desarrollo del ser humano relevante a nivel político en un mundo en vías de desarrollo?
Por su parte, Nussbam siguiendo su compromiso con el “duro y práctico razonamiento de la ley” afirma que su obra expresa un taimado acuerdo de personas de distintas culturas, pero no existen la cantidad de pruebas suficientes para tomar ésta teoría como un hecho. Puede que ésta incongruencia marchite un poco su tesis central de la manera tan plena como lo expresa en sus capítulos sobre el amor, la religión, la dignidad y la atención. Cabe resaltar que un concepto base más sólido para su libro le hubiese aportado al mismo mayor certeza.
La teoría de Doyal e Ian ofrece un concepto más nutrido en cuanto a lógica respecto del florecimiento del desarrollo del ser humano, junto con una lista bien detallada de necesidades, entre ellas a partir de un interés humano común –participar en la forma de vida social de cada uno. Doyal e Ian combinan los méritos de ambas teorías estudiadas, explicando la derivación estrecha y reducida, diferenciando la autonomía de la actuación de la autonomía crítica (teniendo siempre presentes los intereses relacionados con cualquier forma de conocimiento en el mundo social); reconociendo las diferencias culturales en un marco universalista.