martes, 22 de marzo de 2016

Plateamiento de un dilema ético

  La relación entre la conducta humana y los problemas ambientales

Con frecuencia el ser humano recae en el error de asociar los problemas ambientales con el desarrollo, puesto que a desarrollo se le entiende como todos los procesos científicos y tecnológicos. Pero la realidad es que gran parte de la responsabilidad del origen de dichos problemas se le atribuye a la sociedad y sus mecanismos de explotación económica de los modelos de productividad arraigados al capitalismo o bien sea, al socialismo. Además cabe mencionar que no es suficiente con los estragos causados por las prácticas económicas, sino también los que se producen por la falta de valores éticos que construyan contenidos morales en los seres humanos que inclinen sus conductas en  apreciar el concepto de naturaleza y aprender a sacar provecho de ella hasta el punto que no la obstruya.
En esta ocasión vamos a analizar la controversia que genera el tema del desarrollo científico tecnológico en el dilema ético del cuidado y conservación del medio ambiente; claro está, no sin antes recordar que no es éste el único factor que influye en la aparición de los problemas ambientales.
Hechos como la explosión del depósito nuclear Kyshtym, contaminando una gran extensión circundante en la antigua URSS; En 1966: se estrella un B-52 con cuatro bombas de hidrógeno cerca de Palomares, Almería, contaminando una amplia área con radiactividad; y las graves revueltas en EE.UU. contra la Guerra de Vietnam, que se hacen extensivas al industrialismo y la tecnología moderna. Hacen que salte al razonamiento lógico que los avances futuristas que han logrado la ciencia y la tecnología, han repercutido con grandes daños y exterminación del buen estado de amplias zonas selváticas.
El punto que pretende indagar éste dilema ético, es la forma en que la humanidad busca incriminar con la culpa de los problemas ambientales al desarrollo científico y tecnológico, dejando de lado el deber de tomar conciencia sobre su responsabilidad frente al cuidado del medio ambiente y los recursos que nos brinda.
Abordaremos éste dilema ético desde la teoría del gen egoísta. Antes de exponer la teoría, para explicar dicha relación, hacemos una pauta en la siguiente frase “los seres humanos no son más que otra de las “máquinas” que utiliza el ADN para propagarse”.
Ahora bien, la teoría de “genes egoístas” publicada en 1976, por el zoólogo Richard Dawkins, postula que nuestro ADN usa nuestra estructura física para crear ademanes de competencia, tiranía, explotación ilegal y trampas, con el fin de obtener supremacía.
En filosofía, entorno al concepto del mal radical, se afirma que los seres humanos estamos hechos de una manera demasiado torcida para actuar con rectitud, según Adela Cortina.  Teniendo en cuenta los planteamientos de la existencia de una estructura moral en cada ser humano, se dice que no obstante, los seres humanos no estamos listos para llegar a la altura de las declaraciones, por lo tanto nos caracterizamos por ser inevitablemente egoístas y dejar de lado la preocupación por los derechos del otro. La teoría de los genes egoístas, nos conduce a la idea del egoísmo biológico; en la que por naturaleza estamos destinados a relevar nuestra importancia y prioridad por encima del otro.
La razón por la cual he determinado ésta teoría como la más pertinente para explicar la relación que hay entre la conducta humana y los problemas ambientales, se encuentra en la tendencia del egoísmo humano que horilla a los individuos a permanecer en su zona de confort, velando únicamente por su interés propio, sin darse cuenta que sus acciones imprudentes y abusivas pueden generar daños en éste caso, en el medio ambiente; y por ende, la obstrucción del entorno natural en que crecerán las nuevas generaciones.


Las prácticas sociales inconscientes con el medio ambiente y las encaminadas a la productividad, son producto de los contenidos morales orientados a un capitalismo egoísta que tiene como único fin el enriquecimiento económico como sinónimo de desarrollo y supremacía por encima de los otros. 


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